Con el paso del tiempo, el cuerpo y el cerebro experimentan cambios. La memoria, la atención o la velocidad con la que procesamos la información pueden verse afectadas a medida que envejecemos. Este fenómeno, conocido como deterioro cognitivo asociado a la edad, es un proceso natural que no siempre significa pérdida de autonomía o calidad de vida. Ahí es donde la neuropsicología juega un papel fundamental.
La neuropsicología es la especialidad que estudia la relación entre el cerebro y la conducta. Su objetivo es evaluar, prevenir y tratar los cambios cognitivos, emocionales y conductuales que pueden surgir por el envejecimiento, enfermedades neurológicas o lesiones cerebrales.
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Es normal notar ciertos cambios, como tardar un poco más en recordar nombres o necesitar más tiempo para aprender algo nuevo. Este deterioro cognitivo leve y natural se debe a modificaciones estructurales y funcionales del cerebro, pero no implica una enfermedad neurodegenerativa.
Cuando las dificultades empiezan a interferir con la vida diaria (olvidos frecuentes, desorientación, problemas para manejar tareas cotidianas), puede tratarse de un deterioro cognitivo patológico. En este punto, es importante acudir a un especialista para una evaluación neuropsicológica.
El servicio de neuropsicología ofrece una atención personalizada que incluye:
Evaluación neuropsicológica completa.
Programas de estimulación cognitiva: ejercicios diseñados para mantener y potenciar la memoria, la atención y el razonamiento.
Prevención y envejecimiento activo: pautas para mantener un cerebro sano mediante hábitos saludables y entrenamiento mental.