Los videojuegos han dejado de ser simples pasatiempos para convertirse en una forma de entretenimiento profundamente arraigada en la vida de millones de jugadores en todo el mundo.
Existe un grupo creciente de personas que luchan con una adicción que puede tener un impacto significativo en su bienestar físico, mental y social. En este artículo, exploramos en profundidad el fenómeno de las adicciones a los videojuegos, sus posibles causas, sus efectos perjudiciales y, lo que es más importante, cómo la psicología y la terapia pueden desempeñar un papel fundamental en la recuperación y el restablecimiento de un equilibrio saludable en la vida de quienes se ven afectados.
La adicción a los videojuegos, también conocida como trastorno del juego de video o “gaming disorder”, se refiere a un patrón de comportamiento en el que una persona muestra una dependencia excesiva de los videojuegos, lo que resulta en consecuencias negativas en su vida diaria.
Se caracteriza por la incapacidad de controlar el tiempo dedicado a jugar, la priorización de los videojuegos sobre otras responsabilidades y actividades, y la persistencia en el juego a pesar de las consecuencias negativas para la salud física, mental, académica, laboral, o en las relaciones sociales.
Las características clave de la adicción a los videojuegos incluyen una serie de patrones de comportamiento y síntomas que, aunque no todos los individuos con problemas de juego de video mostrarán todas estas características, la presencia de varias de ellas sugiere la posible existencia de una adicción. Algunas de las características clave son las siguientes:
Los factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de la adicción son diversos y pueden variar de una persona a otra. Algunos de los factores de riesgo comunes incluyen:
Es importante destacar que se trata de un trastorno complejo y multifacético, y la interacción de varios de estos factores puede aumentar el riesgo en una persona. La identificación temprana de estos factores de riesgo y una intervención adecuada son fundamentales para prevenirla.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la adicción a los videojuegos como un trastorno de salud mental en su Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), subrayando la importancia de abordar este problema de manera seria y proporcionar ayuda a quienes luchan con él.
La inclusión en la CIE-11 implica que este problema es significativo y puede tener consecuencias perjudiciales para la salud de las personas. Además, proporciona una base sólida para la investigación y el diagnóstico del trastorno.
La inclusión en la CIE-11 puede ayudar a las personas a acceder a tratamientos y servicios de salud mental específicos.
La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) publica el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5), que es una referencia clave en la psiquiatría y la salud mental para el diagnóstico de trastornos mentales, incluidas las adicciones. En el DSM-5, la adicción a los videojuegos se describe bajo el término “Trastorno del juego por Internet” (Internet Gaming Disorder en inglés).
El DSM-5 establece nueve criterios que deben cumplirse en los últimos 12 meses para diagnosticar el Trastorno del juego por Internet. Algunos de los criterios clave incluyen:
El DSM-5 señala que para diagnosticar el Trastorno del juego por Internet, al menos cinco de estos criterios deben cumplirse. La presencia de estos síntomas durante un período sostenido es un indicador de la adicción.
Es importante destacar que no todas las personas que juegan desarrollan este trastorno, y el diagnóstico debe ser realizado por un psicólogo experto.
Los videojuegos han demostrado tener un potencial adictivo que no debe ser subestimado. Lo que comenzó como una forma de entretenimiento ha evolucionado en un fenómeno cultural, atrayendo a millones de personas en todo el mundo.
A medida que se vuelven más inmersivos, socialmente conectados y accesibles que nunca, surge la cuestión del impacto que pueden tener en la vida de quienes los disfrutan. Este potencial adictivo se manifiesta en una serie de comportamientos y patrones que pueden interferir significativamente en la vida de las personas que la sufren.
El potencial adictivo de los juegos online y los juegos no conectados a internet varía en algunos aspectos clave debido a las diferencias en la experiencia de juego que ofrecen.
A pesar de estas diferencias, es importante destacar que el potencial adictivo de cualquier videojuego, ya sea en línea o no, depende en última instancia de la predisposición individual, el tiempo dedicado al juego y la capacidad de controlar el uso.
Videojuegos online | Videojuegos no conectados a internet |
Interacción social: permiten a los jugadores interactuar con amigos y desconocidos en todo el mundo. | Menor interacción social en el juego: suelen ser menos adictivos desde el punto de vista social. |
Recompensas sociales | Compromiso constante: suelen estar diseñados para mantener a los jugadores comprometidos a largo plazo. | Estructura de juego más rígida: en términos de niveles o misiones predefinidas, lo que puede facilitar una experiencia de juego más controlada. |
Microtransacciones y monetización: muchos juegos permiten a los jugadores gastar dinero real en elementos virtuales. | Menos oportunidades de gasto excesivo: disminuye la presión para gastar dinero en elementos virtuales. |
Los videojuegos de azar, como la ruleta, el póker y otros juegos de casino, tienen un potencial adictivo debido a su capacidad para replicar experiencias de juego similares a las de los casinos tradicionales.
La posibilidad de ganar dinero real en juegos de azar en línea puede generar una emoción intensa y mantener a los jugadores comprometidos. Suelen tener un diseño visualmente atractivo y sonoros que pueden resultar emocionantes y fomentar la inversión continua. Algunos juegos de azar en línea requieren decisiones rápidas y apuestas, lo que puede atraer a personas que disfrutan de la emoción, del riesgo y la sensación de control.
Están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que facilita el acceso en cualquier momento. Esto puede llevar a una inversión excesiva de tiempo y dinero.
Al igual que con otros tipos de adicciones, los juegos de azar en línea pueden ofrecer una vía de escape de problemas personales o del estrés. La búsqueda de alivio emocional a través del juego puede llevar a un patrón adictivo.
Algunos de los síntomas más comunes son:
Cuando estos patrones de comportamiento interfieren significativamente con la vida diaria y causan angustia, es importante buscar ayuda psicológica para abordar el trastorno. La identificación temprana de estos síntomas y una intervención adecuada son fundamentales para superarla.
El diagnóstico implica una evaluación clínica cuidadosa y la identificación de los síntomas y comportamientos relacionados con la adicción.
Los psicólogos especializados en adicciones utilizan una variedad de métodos, que incluyen entrevistas clínicas y cuestionarios específicos, para determinar si una persona cumple con los criterios para este trastorno.
Un psicólogo hablará con el paciente para obtener información detallada sobre su historial de juego, comportamientos y síntomas relacionados. Se explorarán temas como la cantidad de tiempo dedicado a jugar, la interferencia en la vida diaria, los síntomas de abstinencia y otros signos de adicción.
Existen varios cuestionarios de autoevaluación diseñados específicamente para evaluar la adicción a los videojuegos. Uno de los más utilizados es el “Internet Gaming Disorder Test” (IGDT), que se basa en los criterios del DSM-5 para el Trastorno del juego por Internet.
Los familiares pueden proporcionar información valiosa sobre los patrones de juego de un individuo, especialmente en el caso de niños, niñas y adolescentes.
Mantener un registro detallado del tiempo dedicado y los patrones de juego puede ser útil para evaluar la adicción. Esto proporciona información concreta sobre el comportamiento de juego y su impacto en la vida del individuo.
Los profesionales pueden utilizar escalas de evaluación de la gravedad para determinar el grado de adicción. Estas escalas ayudan a categorizar el trastorno en leve, moderado o grave, lo que puede influir en el enfoque del tratamiento.
El IGDT es un cuestionario que se basa en los criterios del DSM-5 en el que los participantes responden a una serie de preguntas relacionadas con su comportamiento de juego, incluyendo la cantidad de tiempo dedicado, los síntomas de abstinencia y otros signos.
El VAT es un cuestionario que mide la adicción y su impacto en la vida cotidiana. Los participantes responden a una serie de preguntas sobre su comportamiento de juego y los problemas asociados.
El VGA-SC se utiliza específicamente para evaluar la adicción a los videojuegos en niños y adolescentes. Contiene preguntas adaptadas a esta población más joven.
El PVP evalúa la gravedad y los problemas asociados. Los participantes responden a una serie de preguntas para determinar el nivel de adicción.
La GAS mide la adicción y evalúa los síntomas de abstinencia y el deterioro en el funcionamiento. Los participantes responden a una serie de preguntas.
Es útil cuando se busca una evaluación más completa de la adicción, incluyendo los efectos en el funcionamiento diario.
Aunque la adicción a los videojuegos puede afectar a personas de cualquier género, las investigaciones sugieren que los hombres tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollarla en comparación con las mujeres. Esto puede deberse a las diferencias en las preferencias de juego y en la forma en que los géneros interactúan con los videojuegos.
La edad también desempeña un papel importante. Los adolescentes y adultos jóvenes tienen un mayor riesgo de desarrollar adicción, ya que a menudo tienen más tiempo libre y acceso a videojuegos. Sin embargo, puede afectar a personas de todas las edades.
Las personas con trastornos de ansiedad o depresión pueden recurrir a los videojuegos como una forma de aliviar sus síntomas o distraerse de sus preocupaciones. Sin embargo, el juego excesivo puede agravar estos problemas en lugar de aliviarlos.
También las personas con TDAH pueden tener dificultades para mantener la concentración en tareas cotidianas, lo que puede llevar a un mayor uso de estos juegos como una fuente de estimulación constante.
La adicción puede tener una serie de consecuencias negativas en la vida de una persona, afectando áreas como la salud física y mental, las relaciones interpersonales, el rendimiento académico o laboral, y el bienestar en general.
La adicción puede llevar a una vida desequilibrada y poco saludable, donde el juego se convierte en la principal prioridad y se descuidan otras áreas importantes de la vida.
El tratamiento generalmente implica un enfoque integral que combina la terapia psicológica y, en algunos casos, el tratamiento farmacológico.
La Terapia cognitivo-conductual es un enfoque terapéutico ampliamente utilizado en el tratamiento. Ayuda a los individuos a identificar pensamientos y patrones de comportamiento problemáticos y a desarrollar estrategias para cambiar su relación con el juego. La TCC también puede ayudar a manejar las emociones subyacentes, como la ansiedad y la depresión, que pueden contribuir a la adicción.
La terapia familiar y de pareja puede ayudar a abordar conflictos y mejorar la comunicación en el entorno familiar.
Además, participar en terapia de grupo con otros individuos que enfrentan la misma adicción puede proporcionar apoyo emocional y una sensación de pertenencia. Los grupos terapéuticos también pueden ayudar a compartir estrategias de afrontamiento y metas de recuperación.
La Terapia de aceptación y compromiso se centra en ayudar a los individuos a aceptar sus pensamientos y emociones, y luego comprometerse a realizar cambios positivos en su vida. Puede ser útil al abordar problemas subyacentes como la evitación y la falta de objetivos significativos.
Aunque no existen medicamentos específicos aprobados para tratarla, en algunos casos, se pueden considerar medicamentos para tratar trastornos coexistentes, como la depresión o la ansiedad.
Los medicamentos antidepresivos o ansiolíticos solamente pueden ser recetados por un médico especializado en la salud mental o psiquiatra si existen síntomas de ansiedad o depresión.
El pronóstico para la recuperación de la adicción es generalmente positivo cuando se busca tratamiento temprano y se sigue un enfoque integral. Muchos individuos pueden experimentar mejoras significativas en su vida una vez que comienzan el tratamiento.
La respuesta al tratamiento puede variar según la gravedad de la adicción y la disposición del individuo para cambiar sus patrones de juego. Es importante que el individuo esté comprometido y motivado.
El apoyo continuo, ya sea en forma de terapia, grupos de apoyo o redes de amigos y familiares, es esencial para mantener una recuperación a largo plazo.
En resumen, la adicción a los videojuegos puede tratarse efectivamente a través de la terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual, y en algunos casos, con el apoyo de tratamientos farmacológicos para trastornos coexistentes. El pronóstico es generalmente positivo cuando se busca tratamiento adecuado y se aborda la adicción de manera integral. La recuperación a largo plazo requiere un compromiso continuo.
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