Las enfermedades psicosomáticas ocurren cuando la persona presenta síntomas físicos y tras realizarse pruebas no pueden ser explicados por una enfermedad médica. Pese a no ser diagnosticado por una enfermedad médica, el paciente siente ese dolor o molestia porque es real. Por lo general, los pacientes han visitado varios médicos y no encuentran un diagnóstico, lo que produce síntomas ansiosos y/o depresivos en ellos.
Trabajar con estos pacientes la relación mente cuerpo es fundamental porque el paciente no entiende esta conexión y suele pensar que no le están encontrando lo que le produce ese dolor. La terapia psicológica es crucial para la mejoría del dolor.
Trastorno gastrointestinal relacionado con el estrés y las emociones.
Dolor músculo-esquelético crónico, a menudo vinculado a factores emocionales.
Dolor de cabeza recurrente asociado con tensiones emocionales.
síntomas asmáticos exacerbados por factores psicológicos.
Afecciones cutáneas influenciadas por el estrés, como el eccema, y problemas cutáneos relacionados con el estrés, como la psoriasis.
presión arterial elevada relacionada con el estrés crónico.
Enfermedades cardíacas influidas por factores psicológicos.
Enfermedades autoinmunes influidas por el estado emocional.
Color persistente en diversas áreas del cuerpo asociado con factores emocionales.
Fatiga extrema sin causa médica aparente, a menudo asociada con el estrés.
Trastorno gastrointestinal relacionado con el estrés y las emociones.
Dolor músculo-esquelético crónico, a menudo vinculado a factores emocionales.
Dolor de cabeza recurrente asociado con tensiones emocionales.
síntomas asmáticos exacerbados por factores psicológicos.
Afecciones cutáneas influenciadas por el estrés, como el eccema, y problemas cutáneos relacionados con el estrés, como la psoriasis.
presión arterial elevada relacionada con el estrés crónico.
Enfermedades cardíacas influidas por factores psicológicos.
Enfermedades autoinmunes influidas por el estado emocional.
Color persistente en diversas áreas del cuerpo asociado con factores emocionales.
Fatiga extrema sin causa médica aparente, a menudo asociada con el estrés.
En el tratamiento de las enfermedades psicosomáticas, adoptamos un enfoque comprensivo y colaborativo que reconoce la conexión intrínseca entre la mente y el cuerpo. Comprendemos que los síntomas físicos que estás experimentando tienen raíces emocionales y psicológicas, y nuestro objetivo es abordar estas dimensiones para promover la curación integral.
Iniciamos el proceso con una evaluación detallada, donde exploramos tus síntomas físicos y tus experiencias emocionales, niveles de estrés y patrones de pensamiento. A través de esta comprensión, diseñamos un plan de tratamiento personalizado.
A través de sesiones regulares, trabajaremos para explorar las conexiones entre tu bienestar emocional y la manifestación de los síntomas, promoviendo cambios positivos en la forma en que percibes y respondes a las tensiones de la vida.
María José Martínez
Paco Gil
Rosario Méndez
Nicolás Rubio
Estaremos encantados de responder a tus preguntas y proporcionarte todos los detalles que necesites.
La duración varía, pero muchos experimentan mejoras en las primeras sesiones. El progreso depende de la dedicación al proceso y la complejidad de los síntomas.
La cantidad de sesiones depende de la situación individual. En general, planificamos sesiones regulares y evaluamos continuamente para ajustar el enfoque según tus necesidades.
Observaremos cambios en la gestión del estrés, reducción de síntomas físicos y mejoras en el bienestar emocional. Los resultados varían, pero el objetivo es mejorar la calidad de vida y la salud integral.
Adaptamos nuestro enfoque según el tipo de enfermedad y las necesidades individuales. La terapia puede ser beneficiosa para una amplia gama de enfermedades psicosomáticas.
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